ARGUMENTO
Hazel Grace Lancaster fue diagnosticada con cáncer de tiroides fase IV que se expande a los pulmones, pero se las arregló para sobrevivir más de lo esperado utilizando un medicamento experimental llamado Phalanxifor. En el grupo de apoyo de chicos que padecen algún tipo de enfermedad oncológica, conoce casualmente a Augustus Waters (también llamado Gus), un joven muy bueno en el baloncesto aunque odiaba el juego, que perdió su pierna derecha por culpa de un osteosarcoma, y ahora está en remisión. Hazel lo convence de leer Un dolor imperial, su libro favorito, el cual, dado su gran tiempo libre al no tener que asistir obligatoriamente todos los días a la universidad, relee constantemente. Gracias a mensajes y llamadas, su relación cada día fue mejorando. Gus consigue la dirección de correo electrónico de la asistente de Peter Van Houten (el autor de Un dolor imperial), Lidewij Vliegenthart, y junto con Hazel le escriben cartas al autor. Él les responde que no les dirá que ocurre después del final de Un dolor imperial a no ser que se vean en persona. Gus había guardado el deseo que la fundación The Genies les entrega a los niños con cáncer y decide usarlo para viajar con Hazel a Ámsterdam para conocer al autor de Un dolor imperial. Hazel está muy feliz por el viaje, pero también decide que no quiere que ella y Gus sean más que amigos, (para cortar el dolor que podría causarle cuando ella muera, ya que la anterior novia de Gus había muerto por cáncer), definiéndose a sí misma como una granada, que en cualquier momento puede "explotar" y hacer sufrir a todos sus seres queridos tras su muerte. Los padres de Hazel comienzan a preocuparse mucho por ella, ya que no quieren que su hija piense eso de sí misma, deseando tan solo lo mejor para ella.
Una noche Hazel se despierta con un dolor fuerte en la cabeza. Ella pensaba que era un tumor, porque el cáncer se podía expandir, pero sólo fue la falta de oxígeno y el líquido en sus pulmones el que ocasionó todo. Hazel es internada en la UCI. Después de recibir el alta y algunas consultas a sus doctores, Hazel consigue el permiso para viajar a Ámsterdam con su madre y con Gus. En el viaje de ida a Ámsterdam, Gus confiesa a Hazel que está enamorado de ella y Hazel queda sorprendida pero no puede decirle que ella también lo ama por miedo a lastimarlo en un futuro cuando ella muera. En la primera noche en Ámsterdam, Hazel y Gus van a comer a un restaurante llamado Oranjee, todo por supuesta invitación y cortesía de Van Houten. Al día siguiente, se encuentran con el autor, y se descubre que su asistente, Lidewij, armó todo sin el conocimiento de Van Houten con las esperanzas de que todo esto lo motivara para dejar de ser un alcohólico y volver a escribir. Molestos por el comportamiento grosero de Van Houten, se retiran de su casa. Al rato Lidewij Vliegenthart los alcanza y se dirigen a la Casa de Ana Frank, donde Hazel y Gus se besan por primera vez, recibiendo el aplauso de los visitantes que allí estaban. Al siguiente día, Gus aprovecha para contarle a Hazel de que su cáncer ha vuelto, haciendo metástasis en varias partes de su cuerpo, y que aunque lo traten con un régimen intensivo, sus esperanzas de vida son muy pocas.
Poco tiempo después, Gus le pide a su mejor amigo, Isaac, y a Hazel que le hagan un pre-funeral en el cual les pide que escriban un discurso, simulando un velatorio. Ocho días después, Augustus Waters muere. En medio del funeral Hazel se encuentra con Van Houten, quien le explica que fue Augustus Waters quien le insistió en que asistiera a su funeral, confesando que él tuvo una hija que murió hace muchos años de cáncer. Ella fue su inspiración para el personaje principal, Anna, de Un dolor imperial, y, que su grosería se debía en parte a que ella fue vestida idéntica a Anna. Isaac le confiesa a Hazel que Gus estaba escribiéndole algo en sus últimos días, pero no se encuentra ningún rastro de lo que él estaba escribiendo, excepto cuatro hojas que habían sido arrancadas de una libreta de Gus. Hazel se contacta con Lidewij, quien va en busca de las hojas perdidas a la casa del autor, encontrándolas y enviándoselas a Hazel a través de un correo electrónico. Gus había escrito algunos párrafos sueltos y se los envió al autor con la esperanza de que este pudiera convertirlos en un discurso fúnebre en caso de que Hazel falleciera antes.